Si ya amas el queso, aquí tienes algunas razones más para ello.
El queso es una deliciosa fuente de salud para el cuerpo y para la mente. Además de aportar hasta quince nutrientes esenciales y proteínas, el queso cuida de nuestro corazón y nos alegra la vida.
Alguien dijo que el queso era leche a la que se le había quitado el agua. Y así es: el cuajo procedente del estómago de un cordero lechal provoca que la caseína presente en la leche, se agregue y forme un coágulo junto con la grasa, proteínas y minerales, que se separa del suero.
El resultado es el queso, palabra que proviene del latín “caesus”, “carere suerum”, es decir que carece de suero.
Pues bien, en el proceso de fermentación y maduración de los quesos, se forman ciertos fragmentos de proteínas procedentes de la caseína, llamados péptidos bioactivos, que influyen positivamente en nuestra salud y nuestro organismo.
Los péptidos bioactivos son en la actualidad objeto de multitud de estudios, tanto a cerca de sus propiedades y mecanismos de acción como de sus posibles fuentes alimentarias, y que demuestran sus beneficios vasorreguladores, neurotransmisores o que influyen en el metabolismo celular y en el factor de crecimiento.
Los Peptidos bioactivos que libera la caseína son:
La casomorfina: que al ser digerida produce sensación de bienestar. En los lactantes, debido a la alta permeabilidad de su aparato digestivo, la leche materna provoca en el bebé esa dulce sedación y somnolencia.
La casokinina: que neutraliza la Enzima Convertidora de Angiotestina (ECA), la cual provoca el estrechamiento de los vasos sanguíneos. Es decir, relaja venas y arterias y reduce la presión arterial.
La casoplatelina: que evita la agregación plaquetaria y reduce la posibilidad de formación de trombos.
Fuente: Rocío Madurga Cerezo. Péptidos bioactivos en la leche de consumo. 2017. Trabajo Fin de Grado. http://147.96.70.122/Web/TFG/TFG/Memoria/ROCIO%20MADURGA%20CEREZO.pdf
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