La receta para hacer queso en aceite no puede ser más sencilla y el resultado está garantizado.

Más que una receta, el queso en aceite era, y es, la forma más antigua, inteligente y deliciosa de conservarlo indefinidamente. Tan solo necesitas: el queso, el aceite y el tiempo.

Sin embargo, en la cocina, cuanto más sencilla es la elaboración de un plato, más importante será la calidad de los ingredientes. En este caso, para asegurar un resultado óptimo, te recomendamos emplear un buen queso manchego semicurado y aceite de oliva de la mejor calidad. Ya sabemos que el tercer ingrediente es el más valioso: el tiempo.

Consejos básicos para macerar queso en aceite

Se puede usar cualquier recipiente que se pueda tapar y destapar cómodamente. Valdrá casi cualquier material (vidrio o incluso plástico), pero lo auténtico y recomendable es una quesera de barro de buenas dimensiones, para proteger de la luz a nuestra delicia, que descansará en un rincón de la alhacena.

La curación más recomendable es la del queso semicurado. Pero lo más interesante y divertido es que, se podrá sumergir en la quesera ese trozo de cualquier queso que por descuido, quedó en nuestra nevera algo reseco y quizá poco apetecible. El tiempo y el aceite harán el resto.

Si las dimensiones de la quesera lo permiten guarda en ella, con total libertad, distintas porciones de distintas fechas, para irlas rescatando tiempo después, según su color y aspecto.

El aceite de oliva, que ya hemos aconsejado sea de la mejor calidad, no es necesario cambiarlo. El queso tomará sus matices, pero él mismo se enriquece con los del queso. Simplemente puedes añadir un poco a la marmita cuando sea necesario.

Si se siguen nuestros consejos, y siempre con la ayuda del tiempo, al levantar la tapa de la quesera podrás apreciar como el color de las distintas porciones va cambiando desde el amarillo marfil típico del queso manchego, hacia tonos anaranjados y rosáceos que indican su añejamiento. Esas piezas sonrosadas deben consumirse con mucha tranquilidad por dos razones: son como pequeñas joyas que es preciso saborear lentamente, y porque si se toman en exceso pueden causar algún trastorno digestivo.

Nuestro consejo final es que, si eres como nosotros, un  amante del queso, empieces hoy mismo. Un buen queso en aceite requiere cuanto más tiempo mejor. Y si lo que necesitas es un buen queso manchego, lo tienes aquí mismo: artesano, directamente del productor y ahora, sin gastos de envío.